XI
“Vampiresas… ¿carnívoras?”
-Explícate. –dijo impaciente, Michelle-.
-A ver… -continué- Ya hemos dicho que no aguantamos matar a gente que no ha roto un plato en su vida.
-No siempre tiene que ser así. –dijo Maia- Simplemente es azar. Puede que la persona a la que matemos sea buena y que no ha cometido un delito en su vida, o… puede que no.
-¡Ese maldito azar es el que nos tiene cabreadas! –soltó de repente, Nat-
-Vale, vale, vale. –dije, cortando un poco- Cómo decía, eso es el problema. Así que… ¿Por qué no alimentarnos de gente que sí que ha roto algún que otro plato en su vida?
-¡¿Y eso cómo narices lo vamos a saber?! –dijo Nat-.
-Podemos… ir a cárceles por las noches y… con mi don, saber si esa persona ha cometido el delito del que se le acusa. –dije, acabando con una pequeña sonrisa-.
-Es buena idea… -dijo Maia mientras daba vueltas paseando, por la alfombra- Lo malo es que… de momento vais bien controlando vuestra sed… y si probáis sangre humana, a lo mejor…
-No van a sólo probarla. –la cortó Michelle- Creo que lo que dicen es estar dispuestas a cambiar su estilo de vida para ser vampiresas carnívoras. ¿No?
-Ajá. –dijimos Nat y yo, asintiendo-.
-Pues ya está. Hecho. –dijo sonriendo Maia-.
-Humm… ¿Empezamos esta noche? –dijo Michelle dando una palmada-.
-Yo tengo sed ahora… -dije, prácticamente hambrienta-.
-Pues id a cazar animales o lo que queráis. –dijo Michelle de nuevo, haciendo aspavientos con las manos-.
Mientras cogía a Nat de la mano y la empujaba hacia la puerta, ella iba diciendo cosas como: “¡Entonces quedamos así!”
No la oí mucho, ya que yo iba concentrada en mis pensamientos: “¿Seré capaz de saber con seguridad si mienten o no?”; “¿Lo lograré desarrollar bastante?”… Ante esos pensamientos, mi única reacción exterior fue morderme el labio.
Más tarde, volvimos de cazar y ni Maia ni Michelle estaban en la casa. Rastreamos su olor hasta un lugar retirado cerca de nuestro árbol.
-¿Tu crees que seguirán vivos? –le decía Maia a Michelle entre susurros-.
-Ni idea… aunque podría haber pasado cualquier cosa… -respondió Michelle, algo decaída-.
-Puff… ¿Qué habrá sido de ellos? –dijo Maia, un poco melancólica-.
-Ojala que sigan igual que siempre. Y sobre todo, vivos. –decía Michelle-.
-Tendremos que ir yendo a nuestro arbolito, en breve llegarán… - dijo Maia mirando alrededor-.
Corrimos sigilosamente hacia la casa y simulamos haber estado sentadas allí todo ese rato. Entraron.
-¡Hola! –dijo Nat, disimulando-.
-Buenas… -dijeron Maia y Michelle. Esta última nos miraba de reojo de forma extraña-.
-¿Qué tal la caza? –dijo Maia-.
-Bien, bien… -respondimos Nat y yo-.
-Venga, ya vale. –soltó Michelle- Sabemos que nos habéis oído. Si no usas tu don, no ocultas el olor. –esto último lo dijo mirando a Nat-
-¿Quiénes eran de los que hablabais? –dijimos Nat y yo, sin poder evitarlo-.
[...]
Vuelvo a ser la primera YAY...Me gusta me gusta sigueeee!!!
ResponderEliminarHeHeHeHeHe....
ResponderEliminarViene la mejor parte!
VAMOS PON LA SIGUIENTE PARTE!
Porfiiiiiii.
ah.. y sigue asi ^^
muy chulo patry.k nos cuenten de una vez de kienes estan ablando,y k MICHELLE no sea tan borde!!!jajajaj.
ResponderEliminares broma.
dioooooooooooos tengo unas ganas de k llegue mañana aaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyyyy!!!!!!!!!(entusiasmo).besos//*(L)chao
Primero:PAAARIIIIS!!!*_*
ResponderEliminarSegundo:Deseando que llegue el domingo que viene para saber de quienes estamos hablando,Ian,verdad??Lo dejas muy intrigante!!!y ahora queda una semana para leer el próximo!!!Sigue así.
P.D:Noe deja de meterte conmigo-.-
ResponderEliminarEsta muy bien!
ResponderEliminarpasalo bien en Paris!