XVI
“Hasta que te encuentre…
seguiré buscando.”
-¿Quéeee? –dijo Michelle perpleja- ¿Cómo es que no lo has detectado antes?
-A lo mejor… antes no lo tenías. –respondió Maia- No sé…
-¿Y cuál es?
-Eso no lo sé con seguridad… Es muy débil y… jamás había notado un don tan… ¿extraño?
-Pero… ¿qué me estás contando? –empezó a gritar Michelle- Osea, que llevamos más de cien años viviendo juntas y tú con tu don superguay que impresionaba a todos los vampiros con los que nos encontrábamos y yo, sin don y ahora me dices que si lo tengo, ¡Pero no acaba ahí la cosa! ¡Ahora resulta que tengo un don extraño que no se sabe ni lo que es!
-Pues… básicamente, sí. –dijo Maia sonriente. Definitivamente, sabía tratar a Michelle-.
-Ah, pues me parece muy bien. –respondió frunciendo el ceño y cruzándose de brazos mientras se sentaba-.
-Bah, ya lo descubrirás, no te preocupes. O lo detectaré yo, lo que pase antes.
-Ya, ya... –contestó poniendo los ojos en blanco-.
-¿Alguna novedad sobre… ellos? –dije cambiando de tema para calmar los ánimos-.
-Ninguna en absoluto. –respondió Maia suspirando- Cada vez me estoy preocupando más.
-¿No deberíais salir a buscarlos? –dijo Nat-.
-¡Sí, claro! ¡Y que nos cojan, como a ellos! –empezó a gritar Michelle mientras se levantaba- ¡Venga…!
-Sólo era una idea. –respondió Nat- ¡Tampoco te pongas tan borde!
-Vaya… parece que el ambiente está tenso siempre por aquí…
De repente oímos un golpe de algo contra un árbol a lo lejos y un grupo de pájaros saliendo de él mientras hacían ruido, molestos.
Nos levantamos y fuimos hacia las ventanas y la puerta. Michelle seguía sentada con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
-¿Qué narices ha sido eso? –gritamos todos mirando hacia los lados del bosque-.
-A lo mejor… un animal chocándose contra un árbol o algo así. –dijo Maia, quitándole importancia-.
-¿Pudo haber sido otro vampiro? –dijo Eric, que empezaba a hablar después de un buen rato callado-.
-Podría ser… pero no hay ninguno más en este territorio… Que sepamos… -respondió Maia levantando la ceja en la última frase-.
Entonces oímos una voz masculina que venía de donde habíamos oído el ruido de antes.
-¡¡¡¿Hola?!!!
Michelle se incorporó en el asiento, se descruzó de brazos y abrió los ojos como platos mientras miraba hacia la nada.
-¡¿Ian?!
[...]
IIAAAN!!(LLLLLL)
ResponderEliminarTienes razón es muy cortooo,pero hoy continuarás(¡¡más te vale!!).Está muuuuy bien,más k nada porque habla Ian!!!:D