lunes, 17 de mayo de 2010

Helado Corazón XVIII

Hooola!! Hoy no escribo mucho pq voy con prisa... así que en resumen: leed y comentad xddd

Besos//*



XVIII

Ven hacia mí y déjame morar en ti,
soy el deseo, lo oscuro que hay en ti…”

Nunca, lo que se dice nunca, me había imaginado a los 16 años viviendo en una casa árbol, con gente desconocida para mí, antes, en Australia, y sobre todo… siendo vampiro. Lo raro es que… no me disgusta del todo. Vale, echo muchísimo de menos a mi familia y a la gente conocida de mi ciudad y… a mi vida anterior, pero… esta forma de vida no me parece mala, en absoluto. Además es lo que me queda. Bueno, en realidad, lo que nos queda.

Después de aquella “discusión” algo fuerte, seguíamos sin hacer muy buenas migas con Monique, Michelle seguía intentando conquistar (o lo que fuese) a Ian, él no se daba muy por enterado, Nat y Eric se llevaban cada vez mejor, lo que me preocupaba un poco, ya que me sentía un poco excluida…

Jueves, 16 de Septiembre de 2010 – 17:55 P.M.

“Hace exactamente una semana de que somos una familia tan grande. Y yo, cada vez me siento más fuera de lugar. Michelle, Ian y Monique tienen sus disputas, pero están casi todo el tiempo juntos y Nat y Eric… ¿se imagina, no?”

-¿Qué te pasa, Ailin? –dijo Maia de repente, sentándose a mi lado en el sofá mientras yo guardaba a toda velocidad un pequeño cuaderno. Sí, mi diario-.

-¿Por qué? –contesté intentando aparentar sorpresa-.

-Te veo un poco distante últimamente. No sé… como ausente.

-¿Yo? Para nada… -mentí-.

Maia levantó la ceja como diciendo: “¿Me tomas el pelo?”

-Cuéntame… -se acomodó en el sofá, con la cabeza girada hacia mí-.

Suspiré. Y decidí contárselo, creía (y sigo creyendo) que merecía saberlo.

-Verás… -respiré hondo, intentando explicarlo con toda la claridad posible- Desde que estamos tantos en la familia… me siento un poco…

-¿Excluida? –dijo Maia, cortándome- ¿Marginada? ¿Fuera de lugar?

-Sí… la verdad es que sí… -levanté la cabeza que había ido bajando sin darme cuenta- ¿Cómo lo sabes?

-Pues… porque yo también.

-¿En serio? Pero tú tienes a Michelle.

-Y tu a Nat, ¿no? –respondió rápidamente-.

-Creía que sí… pero ahora, desde que está siempre con Eric, parece que no.

-Pienso igual de Michelle… Está todo el día: Ian esto, Ian lo otro… -resopló- Llega a cansar… y mucho.

-Ya, ya lo he visto. –me reí un poco- ¿Y Monique?

-A Monique no le hace mucha gracia esta situación… -puso los ojos en blanco- Prefiere estar sola.

-O con Ian. –respondí yo-.

-O con Ian… Salvo que esté con Michelle, entonces pasa de los dos.

-Entonces, supongo que nos hemos quedado solas… -suspiré-.

-Pues parece que sí…

Estuvimos unos minutos en silencio sin saber qué decir para animarnos mutuamente. Miré hacia mí alrededor. No había nadie en casa salvo nosotras dos. Era la primera vez que me fijaba bien en nuestro árbol. Varios sofás, alguna alfombra y cojines en el suelo a la derecha, mesa y varias sillas a la izquierda y en la pared, ventanas hechas con un simple marco, puerta marrón y algunos cuadros. Bueno, y otra pequeña habitación en una esquina donde estaba la ducha, algún espejo y un lavabo.

-Por cierto… -empecé a hablar mientras Maia levantaba derepente la mirada- ¿De dónde han salido todos estos muebles y demás cosas? Porque Nat y yo sólo construimos las ventanas y la puerta, nada más.

-¿Aún te fijas ahora de que están? –empezó a reírse, Maia- Pues… Michelle y yo los… cogimos de varias tiendas.

-¿Los robasteis? –me quedé con la boca abierta-.

-No… teníamos dinero suficiente como para comprar esto.

Levanté la ceja. Me estaba mintiendo.

-Maia…

-Sí, me olvidé de tu don…

-¿Los robasteis? Dime la verdad.

-Vale, ¡sí! –soltó de golpe. Si no hubiese sido vampiro, juraría que habría visto algo de rojez en sus mejillas-.

-¿Por qué? –me puse muy seria y la miré fijamente-.

-A ver, Ailin, no es tan raro ver a vampiros que roban…

-¡Pues a mí me parece fatal!

-Ailin… ahora que sólo estamos las dos, mejor no enfadarnos, ¿no?

-¡Ya, pero…! –noté mi elevado tono de voz y me calmé un poco- Prometedme que no lo volvéis a hacer… ¿vale?

-Prometidísimo. –levantó una mano en señal de juramento. Decía la verdad-.

-Vale…

Nos quedamos otra vez unos… cinco segundos en silencio. Ninguna sabía que decir. De repente, oímos un sonido de alguien corriendo acercándose a la casa. Nat entró de golpe, dándonos un susto. Parecía que venía de bastante lejos.

-¡Maia, Ailin! –gritó desesperada- ¡Son Michelle y Monique!

-¿Qué ocurre? –Maia y yo nos levantamos y nos acercamos a su posición-.

-Están… peleándose. Y… -cerró los ojos con fuerza, intentando negar que fuese verdad- creo que a muerte…

[...]

4 comentarios:

  1. Alaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa,jajaj xD
    si es que se veia venir..
    estas acababan peleando,pero no creo que se peleen tirandose de los pelos.
    AVISO A TODO EL MUNDO QUE LO LEA,HE LEIDO Y AYUDADO A ESCRIBIR UN MONTON DE CAPITULOS MAS ADELANTADOS A ESTE Y A PARTIR DEL SIGUIENTE CAPITULO,TODA VA A SER MUY INTERESANTE Y CON TENSION!!besos

    ResponderEliminar
  2. Halaaa!! Ya te vale, adelantando las cosas ¬¬ xddddd Es verdad que me ayudó, que conste. :l Aunque me cueste decirlo ¬¬

    ResponderEliminar
  3. Maia levantando la ceja XDDD
    Pobreciitaas,solaas!jajaja,bueeno,solo espero que esa pelea la gane Michelle,si no...te mataré yo a ti!:)sigueeeeeee!!!!!pero "sin" presión,e!jajajaja
    P.D:Ian no tiene cara de pervertido!!!!¬¬

    ResponderEliminar
  4. Queeee!!!?? No, esta es imperdonable! Como me dejas un capitulo en una parte tan interesante? =( Quiero el otro! xDDDDDD

    Ajajajajaj xDD

    ResponderEliminar